LA COLECTA
(No es un cuento, es una experiencia real.)
Domingo
8 junio a las 16hs. En la puerta de uno de los grandes supermercados de la
cuidad de La Plata.
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Una monedita para Caritas_ rezaba Joaquín casi susurrando de vergüenza.
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Es la colecta anual de Caritas, somos de la parroquia La Anunciación…_ encaraba
Carmen tratando de explicarlo todo.
Los
niños y jóvenes scouts pululaban felices, portando sus alcancías y la alegría
que sólo da la Gracia Divina.
Lo
cierto es que las personas nos evitaban como si fuésemos la misma peste. En un
momento histórico donde reina la desconfianza y no se cree ni en Cristo, no es
tan extraño.
En
una sociedad cansada y gastada de valores por las crisis económicas repetidas.
Y los fracasos de dirigencias políticas corrompidas por el poder de la
avaricia. Corroída por el individualismo creciente del sálvese quien pueda, “Yo hago la mía”. Responder al pedido de
una colaboración para una organización religiosa que busca “pobreza cero”, hace
que esto se sienta como una carga “molesta”.
Aquellos
de aspecto más humilde, que seguramente conocen lo que es la necesidad y el
hambre, son los que más colaboraron. Las personas bien vestidas, con los carros
cargados de mercadería, no disponían de un alimento no perecedero o de una
moneda que aportar. Por el contrario, trataban de ni siquiera escuchar o mirar.
Algunos pasaban velozmente, cual autos de carrera, daban risa.
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¡Eso es una mentira!_ vociferó alguien mientras se alejaba raudamente con su
chango cargado.
_ ¡Yo también
quiero poner mi moneda!_ exclamó entusiasmado un niño de aspecto pobre, después
de ver a su mamá
colocar quizás la única moneda que le quedaba.
Una
sola mujer acudió espontáneamente, cuando nos vio, a colocar un peso en una
alcancía:
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Yo también estoy en esto de dar de comer a los que no tienen_ dijo.
Otra
hizo como que ponía y se fue sonriendo socarrona:
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Que viva que soy, los engañé _ pensó.
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No, gracias_ dijo la mayoría.
¿Cuál
es la verdadera pobreza? ¿La material o la dureza del corazón?
Es
la primera vez que participo en esto de la alcancía para Cáritas. No me imaginé
que fuese tan difícil. Incrédulamente pensé que todos o la mayoría darían algo
para mitigar el hambre de los niños que la padecen.
Me
encontré con el hartazgo de la gente. En la mayoría de sus caras se pintaba una
muesca de asco.
_”No
se dejen robar la esperanza”_ había dicho el Papa Francisco a la juventud en la
reunión frente al mar de Rio de Janeiro.
Veo
que la pobreza espiritual es insondable. No somos quien para juzgar, sólo hay
un Juez Supremo. Seguramente que agradeció hasta el más mínimo gesto. Y derramó
una lágrima ante el flagelo de la indiferencia.
¿Qué
rumbo sigue la actual humanidad? ¿Detrás de qué corremos?
En
el inmenso universo somos como una mota de polvo. ¿Dónde nace nuestra soberbia?
¿Nos encontrará el fin unidos o desintegrados? ¿Trascenderá el alma?
ALICIA B. MUSTAFA
Me fui convencida de que mas que pedirle a las personas hay que darles. Por eso va esta oración:
“DIOS ES AMOR"Me fui convencida de que mas que pedirle a las personas hay que darles. Por eso va esta oración:
ORACIÓN:
CREADOR DEL UNIVERSO:
DAME CONFIANZA EN TI
DAME CONOCERTE Y CONOCERME
DAME ACEPTAR AL DIFERENTE
DAME SALUD ESPIRITUAL Y PAZ
DAME SABER ESCUCHARTE Y RESPONDERTE.
GRACIAS POR LA VIDA.
QUERIDA AMIGA: QUÉ BIEN SUPISTE REFLEJAR EL TRISTE PRESENTE DE UN SECTOR DE LA SOCIEDAD QUE SÓLO PIENSA EN SATISFACER SUS NECESIDADES O CAPRICHOS Y YA NO SABE DE SOLIDARIDAD NI DE AMOR.. SIN EMBARGO, EL CHIQUITÍN QUE QUISO AYUDAR CON UNA MONEDITA, APORTA UN RAYITO DE ESPERANZA A TU HISTORIA Y ME UNO A TU ORACIÓN PARA PEDIRLE A DIOS QUE ILUMINE EL CORAZÓN DE LOS OTROS. VILMA. ,
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